
¿Puede mojarse su joyería de perlas? 7 cosas que aprendí sobre los collares de perlas
Llevo mucho tiempo trabajando con perlas y joyas de perlas. He visto collares de perlas preciosos y brillantes que han pasado de generación en generación. También he visto perlas nuevas que se han estropeado en pocas semanas. La diferencia está en cómo se cuidan. Una perla es una gema muy especial, pero también muy delicada. Este artículo trata de los errores más comunes que la gente comete con sus joyas de perlas. Si usted posee una perla, o desea poseer una, leer esto le ayudará a proteger su hermosa perla y mantenerla con un aspecto increíble en los años venideros.
Índice
¿Por qué una perla es tan especial (y delicada)?
Antes de hablar de lo que no Creo que es importante entender qué es una perla. A diferencia de otras piedras preciosas que se extraen de la tierra, una perla es orgánica. Esto significa que procede de un ser vivo. Una perla se crea dentro de un molusco, como una ostra. Cuando un pequeño irritante, como un grano de arena, entra en el molusco, éste se protege. Empieza a segregar una sustancia llamada nácar. Cubre el irritante con una capa tras otra de nácar. Con el tiempo, estas capas se acumulan para crear una perla hermosa y brillante. Este nácar es lo que da a la perla su brillo único.
Como las perlas están formadas por delicadas capas de nácar, son muy blandas. En la escala de dureza de Mohs, que mide lo fácil que es rayar una gema, una perla sólo tiene un 2,5. Para que te hagas una idea, un diamante tiene un 10 y una uña, un 2,5. Para que se haga una idea, un diamante tiene una dureza de 10 y una uña de 2,5 aproximadamente. Esto significa que su perla es muy fácil de rayar. El nácar de la perla también puede dañarse con los productos químicos y el calor. Así pues, una perla es una joya atemporal, pero necesita tu ayuda para conservar su belleza. Todas y cada una de las perlas de su colección de joyas, desde una diminuta perla para pendiente hasta una gran perla de los Mares del Sur, necesitan un cuidado adecuado.

¿Se pueden mojar las joyas de perlas en la ducha?
Esta pregunta me la hacen a menudo. La respuesta es no. Nunca debes llevar tus perlas en la ducha. Sé que puede ser un fastidio quitarse las joyas, pero merece la pena para proteger las perlas. Cuando te duchas, utilizas jabón, champú y otros productos. Estos contienen productos químicos que son muy malos para tu perla. Pueden desprender el nácar y hacer que su hermosa perla se vea opaca. Con el tiempo, esto dañará la superficie de la perla. Una perla Akoya lustrosa puede perder su brillo muy rápidamente con este tipo de tratamiento.
No se trata sólo de la perla en sí. Si llevas collares de perlas, suelen estar ensartados en un hilo de seda. El agua de la ducha puede debilitar este hilo de seda. El nudo entre las perlas, que las protege del roce con sus vecinas, se moja y se estira. Esto puede hacer que el hilo se rompa y que pierdas tu preciada perla. Lo mismo ocurre con una pulsera de perlas. Lo mejor es acostumbrarse a quitarse las joyas de perlas antes de entrar en la ducha. Este sencillo paso le ayudará a prolongar la vida de su perla favorita.
¿Qué ocurre si se llevan perlas al nadar?
Nadar con las joyas de perlas puestas es una idea aún peor que ducharse con ellas. Ya sea en una piscina o en el mar, el agua es muy perjudicial para las perlas. El agua de la piscina está llena de cloro. Se trata de un producto químico muy fuerte que se utiliza para matar los gérmenes. Puedo decirle por experiencia que el cloro corroe el delicado nácar de su perla. Puede hacer que la superficie parezca picada e incluso puede decolorar la perla. Un solo baño podría dañar permanentemente su perla.
¿Y el océano? El agua salada tampoco es buena para las perlas. La sal es abrasiva y puede arañar la superficie. También puede resecar la perla y provocar grietas en el nácar. Además, el hilo de seda que sujeta el collar o la pulsera de perlas se debilita y se estira con el cloro y el agua salada. Una vez tuve una clienta que perdió su colgante favorito de perlas de Tahití en el mar porque el agua salada debilitó el cordón que lo sujetaba. Para proteger sus perlas, quíteselas siempre antes de bañarse. Su perla se lo agradecerá.
¿Es buena idea llevar perlas durante la rutina de belleza?
La regla que siempre digo a mis clientes es que una perla debe ser "lo último que se ponga y lo primero que se quite". Esto es muy importante. Piensa en tu rutina matutina. Puede que uses loción, maquillaje, perfume y laca para el pelo. Todos estos productos contienen sustancias químicas que pueden dañar tu perla. La laca y el perfume son especialmente perjudiciales. Crean una película en la superficie de la perla que es difícil de eliminar y hace que la perla parezca apagada. Con el tiempo, esta película también puede corroer el nácar.
Esto es lo que tienes que hacer. Primero prepárate bien. Maquíllate, péinate y rocía tu perfume. Deja que el perfume se seque por completo. Después, y sólo después, ponte los collares de perlas, los pendientes de perlas o la pulsera de perlas. Cuando llegue a casa al final del día, lo primero que debe quitarse son las joyas de perlas, incluso antes de cambiarse de ropa. Este hábito protegerá sus perlas más que cualquier otra cosa. Evita la exposición prolongada de la perla a sustancias químicas nocivas.
¿Cómo debe limpiar sus perlas después de usarlas?
Limpiar las perlas es sencillo, pero hay que hacerlo bien. Como las perlas son tan delicadas, hay que ser cuidadoso. Cada vez que lleve una perla, límpiela con un paño suave. Así eliminarás la grasa corporal, el sudor o los restos de cosméticos. Te recomiendo que pases un paño limpio y suave por cada perla. Este sencillo paso ayuda a mantener el brillo de las perlas y a conservar su mejor aspecto.
Para una limpieza más profunda, puedes utilizar un paño húmedo. Mezcla un poco de jabón suave con agua tibia. Sumerge un paño suave en el agua, escúrrelo para que quede apenas húmedo y limpia cuidadosamente cada perla. Nunca sumerjas el collar de perlas en agua. Esto puede debilitar el hilo de seda. Después de limpiar la perla, utiliza otro paño limpio y seco para secarla. A continuación, coloca el collar o la pulsera de perlas sobre una toalla para que se sequen completamente al aire antes de guardarlos. Asegurarse de que están totalmente secas antes de guardarlas es fundamental para evitar que se dañe el hilo. El proceso de limpieza de las perlas es vital para todas las perlas que poseas.
| Cuidado de las perlas | Cuidados de las perlas |
|---|---|
| Limpie las perlas con un paño suave después de cada uso. | No utilices productos químicos agresivos ni limpiadores ultrasónicos. |
| Guarda tus perlas en una bolsa blanda, lejos de otras joyas. | No guardes tus perlas en una bolsa de plástico hermética. |
| Haz que te vuelvan a colgar el collar de perlas cada pocos años. | No lleves tu perla mientras nadas o te duchas. |
| Ponte las joyas de perlas en último lugar, después del maquillaje y el perfume. | No expongas tus perlas a altas temperaturas ni al sol directo. |
¿Cuál es la forma incorrecta de guardar las perlas?
Guardar las perlas es tan importante como limpiarlas. He visto a gente meter sus collares de perlas en un joyero con el resto de sus joyas. Esto es una receta para el desastre. ¿Recuerdas lo blandas que son las perlas? Otras piedras preciosas, e incluso las púas de metal de un anillo, pueden rayar fácilmente tu perla. Un arañazo profundo en una perla es casi imposible de arreglar.
La mejor forma de guardar las perlas es en una bolsa de tela suave o en un joyero forrado de tela con un compartimento separado para cada pieza. Así evitarás que se rayen. Otro gran error es guardarlas en un recipiente hermético, como una bolsa de plástico. Una perla es una gema orgánica y necesita un poco de humedad del aire para conservar su belleza. Si guardas una perla en un lugar hermético, puede secarse y volverse quebradiza, lo que puede provocar que el nácar se agriete. Así que no guardes tu perla en una caja de seguridad durante años sin sacarla. El aire es demasiado seco. Tu perla necesita respirar. Si las guardas correctamente, protegerás tu perla durante mucho tiempo.
¿Debería llevar su collar de perlas en la cama?
Sé que puede parecer romántico o elegante llevar perlas a la cama, pero por favor, no lo hagas. Hay varias razones por las que es una mala idea. En primer lugar, mientras duermes, das vueltas en la cama. Esto crea fricción entre la perla, la piel y las sábanas. Con el tiempo, este roce constante puede desgastar el nácar y opacar la perla. Es como un proceso de lijado muy lento y suave que debes evitar con tu preciada perla.
En segundo lugar, dormir con los collares de perlas somete al hilo de seda a mucha tensión. El hilo puede estirarse o retorcerse. En el peor de los casos, podría romperse mientras duermes y perder una perla en la cama. Lo mismo ocurre con una pulsera de perlas o incluso con anillos de perlas. Es mucho más seguro quitarse las perlas antes de irse a dormir y guardarlas adecuadamente. Sólo le llevará un momento, y prolongará enormemente la vida de sus joyas de perlas.

¿Cuándo es el momento de restringir su collar de perlas?
Si lleva su collar de perlas con frecuencia, el hilo de seda con el que está ensartado tendrá que cambiarse con el tiempo. Es algo normal en el cuidado de las perlas. La seda puede estirarse con el tiempo, ensuciarse y debilitarse. Un signo inequívoco de que necesita volver a ensartar sus perlas es que vea que sobra espacio entre los nudos de las perlas. Los nudos deben estar bien apretados contra cada perla. Si no es así, el hilo se ha estirado. Otra señal es que los nudos parezcan oscuros o sucios. Esto significa que han absorbido aceites y suciedad.
Le recomiendo que lleve sus perlas a un joyero profesional para que se las vuelva a ensartar cada dos o tres años si las usa mucho. Si sólo las usa en ocasiones especiales, puede esperar más tiempo. Un joyero utilizará un hilo de seda resistente y colocará un nudo seguro entre cada perla. Este nudo es muy importante. Evita que las perlas rocen entre sí y, si alguna vez se rompe el collar, sólo perderás una perla en lugar de tenerlas todas desperdigadas. Volver a anudar las perlas es una pequeña inversión para proteger una mucho mayor. Un buen joyero puede hacer que su viejo collar de perlas vuelva a parecer nuevo.
¿Puede llevar sus joyas de perlas con otras piedras preciosas?
Es probable que su colección de joyas incluya otras piedras preciosas, como diamantes, zafiros o rubíes. Aunque las perlas quedan muy bien combinadas con otras gemas, hay que tener mucho cuidado. Como ya he dicho, una perla es muy blanda. El diamante es la sustancia más dura del planeta. Si un pendiente o un anillo de diamantes roza tu perla de agua dulce o tu perla Akoya, te dejará un arañazo. No es una cuestión de "si", sino de "cuándo".
Cuando lleves perlas, ten en cuenta qué otras joyas llevas puestas. Por ejemplo, si llevas una pulsera de perlas, no lleves un reloj de diamantes justo al lado, en la misma muñeca. Si llevas un collar de perlas largo, procura no llevarlo con un colgante que tenga bordes metálicos afilados o piedras preciosas duras. La idea es evitar que algo duro entre en contacto con la delicada superficie de la perla. Esta sencilla medida puede evitar muchos daños a las perlas y mantenerlas impecables.
¿Cómo puede disfrutar de sus perlas toda la vida?
Después de todas estas reglas, es posible que pienses que una perla es demasiado trabajo. Pero eso no es cierto en absoluto. Lo mejor que puedes hacer por tu perla es llevarla puesta. A las perlas les encantan los aceites naturales de la piel. Llevarlas con frecuencia ayuda a mantener su brillo. Una perla guardada en una caja durante años puede volverse opaca y reseca. Así que, por favor, ¡disfruta de tus perlas! Lúcelas y deja que te hagan sentir bella.
La clave está en combinar el uso frecuente con unos buenos hábitos. Si sigue los sencillos consejos de este artículo -ponérselas en último lugar, quitárselas primero, limpiarlas y guardarlas adecuadamente-, su perla conservará su belleza toda la vida. Una perla bien cuidada, ya sea una perla Akoya, una perla de los Mares del Sur o una perla de Tahití, puede pasar a sus hijos y nietos. Una perla es una joya clásica que nunca pasa de moda y, con un poco de cuidado, su belleza durará para siempre. Estos consejos le ayudarán a disfrutar de cada una de sus perlas, sea cual sea la ocasión.








